Vi a Quil y a una chica, ellos
hablan en voz tan baja que no los puedo escuchar con claridad, rápidamente me
escondí detrás de una roca intentando escuchar su conversación, mi cerebro se volvió un mar de preguntas y
emociones, ¿Quil no dijo que iba a estar toda la tarde haciendo sus rondas? ¿Y
que estaba muy ocupado para quedarse un poco más en mi casa? Entonces que hace
con ella pensé
La chica es alta, casi a la
altura de Quil, su cabello es rubio largo, su piel es blanca quizás demasiado,
ella era sin duda perfecta, debe ser vampiro pensé, no se porque mis ojos se
llenaron de lágrimas al verlos juntos.
Ella le dijo algo a Quil y este
negó con la cabeza de repente Quil se
acercó y la beso, él puso sus manos en sus mejillas y la chica lo rodeo con sus
brazos, ahora si las lágrimas corrían sin control por mis mejillas, quería irme
pero no reaccionaba creo que una parte de mi cerebro creía que esto es una
horrible pesadilla de la que pronto voy a despertar, pero no es así. Un sollozo
involuntario salió de mis labios, me tape inmediatamente la boca con la mano,
ellos se separaron, la mirada de Quil se encontró con la mía y por sus ojos
pude notar su tristeza y desesperación.
Reaccioné y comencé a correr
directo a mi casa, mis pasos son torpes pero rápidos, escucho los pasos de Quil
cada vez más y más cerca, ya me falta el aire pero aun así no me detuve, no
quería verlo, por lo menos hoy no.
Vi la puerta de mi casa a pocos
metros y con toda la fuerza que me quedaba corrí y entre en ella, casi
cerrándole la puerta de Quil en la cara. Subí las escaleras corriendo ignorando
los llamados de Emily y Sam.
Me lance en mí cama y comencé a
llorar sin parar, me sentía dolida, traicionada y celosa. Definitivamente es de
lo peor, sentí una presión en mi pecho. Ignore los llamados de Sam
preguntándome que me pasaba, también el vibrar de mi celular, todo.
Me desperté en la mañana
siguiente, aun tengo la ropa de ayer, me levante de la cama y casi arrastrando
los pies fui hasta el baño, lo primero que vi fue mi espantoso reflejo, tengo
el cabello totalmente despeinado, mi piel esta más pálida de lo normal y tengo
unas pronunciadas ojeras que desastre pensé.
Entre a la ducha y me bañe con
agua helada para despertarme, en eso comencé a pensar que Sam y mucho menos
Quil pueden ver que me siento mal, no puedo demostrar mi debilidad ante las
personas, odio dar lástima.
Busque en mi armario y saque un
short muy corto, color blanco, con una camisa roja pegada al cuerpo, me puse
unos tacones rojos, me peine con una cola alta y me maquille para ocultar mis
ojeras.
Baje las escaleras con una
tranquilidad inimaginable, Sam me miro con recelo y se me planto delante de mi
con los brazos cruzados, de seguro que esta enojado conmigo por lo de ayer.
-Buenos días Sam ¿Cómo estas?-
pregunté con naturalidad.
-No Claire de esta no te salvas,
dime ¿Qué te sucedía ayer?- pregunto con voz grave y autoritaria
-Nada Sam cosas de adolescentes-
dije porque fue lo primero que se me vino a la mente.
-Si claro, Claire, tu puedes
contarme lo que sea, eres como mi hija- dijo el bajando el tono de voz
-Sam enserio no es nada
importante, cosas mías sin importancia- dije colocando mi mano en su hombro y
le sonreí
Escuche el auto de Quil
estacionarse al frente de mi casa, suspire no va a ser fácil pensé, antes de
salir me coloque los audífonos y le subí todo el volumen al Ipod, escucho mi canción favorita la que siempre me anima en estos momentos “Call me Maybe”.
Entre al auto totalmente seria,
me coloque el cinturón de seguridad y le di la espalda a Quil totalmente
mirando por la ventana con un aire de molestia.
Antes de llegar al instituto el
detuvo el auto de manera brusca, yo lo mire y enarque una ceja, me quite un
audífono dejándolo colgando.
-¿Qué sucede?-pregunte aun seria
-Claire tengo que hablarte, lo de
ayer fue un mal entendido yo no…
-Quil a mi no me importa lo que
hagas con tu vida, si quieres besar a 20 chicas a la vez hazlo, eso no es mi
problema- dije bajándome del auto y centrando la puerta con un portazo. Mía vio
toda la escena y al llegar a ella me abrazó y suspiró.
-Claire que te paso- pregunto
aunque ya sabía la respuesta.
-Nada una estupidez de Quil- dije
como si nada, le sonreí como si todo estuviera bien, aunque por dentro es todo
lo contrario.